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La demanda de profesionales digitales supera las vocaciones TIC de los alumnos gallegos

En los próximos cinco años, el índice de titulados en las Universidades gallegas en estudios relacionados con el ámbito científico tecnológico no será suficiente para cubrir la demanda de profesionales del sector TIC. De los 10.000 alumnos titulados en las Universidades gallegas en 2014, solo 753 cursaron carreras científico-tecnológicas, una tendencia descendente que se mantiene desde 2010. Unos datos que contrastan con la creciente demanda de empleo en el sector TIC a nivel regional, estatal y europeo.

Así queda de manifiesto en el “Estudio sobre los factores influyentes en la elección de estudios científicos, tecnológicos, ingenierías y matemáticas en Galicia”, elaborado por la consultora multinacional Everis, dentro de sus compromisos como empresa firmante del Pacto Tecnológico de Galicia. Las conclusiones del estudio se presentaron esta mañana en una jornada en la que participaron los representantes de las tres entidades que colaboraron en su elaboración: la directora de la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (Amtega), Mar Pereira, el director general de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa, Manuel Corredoira, y el director de Administraciones Públicas de la consultora Everis, Sergi Biosca.

Este informe es una de las iniciativas de la Agenda Digital de Galicia 2020 para impulsar las vocaciones tecnológicas y dar respuesta a la demanda de nuevos perfiles digitales que demanda el sector. En Galicia el sector tecnológico emplea a más de 14.000 personas y registró un volumen de negocio en 2014 de 2.936 millones de euros, un 4,6% más que el año anterior.

Para encontrar la causa de la falta de vocaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas), el estudio, realizado a partir de una muestra de 5.120 estudiantes de 3º y 4º de la ESO y de Bachillerato de la 40 centros educativos de la Comunidad, identifica una serie de variables que influyen en los alumnos a la hora de elegir su itinerario formativo: el propio alumno, el entorno próximo, el entorno educativo y el entorno social. Sobre estos mismos ámbitos, el estudio propone diferentes líneas de actuación para contribuir al incremento de vocaciones TIC.

Alumnos: Falta de confianza, dificultad y brecha de género
El estudio ponen de manifiesto que casi el 40% de los estudiantes no se sienten capaces de cursar este tipo de estudios. Una falta de autoconfianza que se incrementa en el caso de las alumnas, ya que sólo el 54% ven capacitadas para estudiar una carrera del ámbito TIC frente al 74% de los alumnos. Esta brecha de género también se refleja en el hecho de que, frente al 46% de los jóvenes que optan por el Bachillerato Científico-Tecnológico, únicamente un 33% de las mujeres lo eligen.

Lana vocación es la motivación principal de los alumnos (92%) para la elección del tipo de estudios, seguido de la utilidad y de la facilidad. Precisamente, la facilidad es el motivo que señala el 59% de alumnos de ESO que se decantan por un Bachillerato distinto al Científico-Tecnológico. Por tanto, es necesario trabajar para cambiar la percepción de la mala relación esfuerzo- beneficio, sobre este tipo de itinerarios formativos.

Finalmente, la decisión sobre el tipo de estudios que quieren realizar los alumnos, está ya formada en el momento que llegan a 3º y 4º de ESO, ya que en el paso de este ciclo al Bachillerato no se produce un cambio en las preferencias. Así, sería entre el segundo y tercer ciclo de Primaria, el momento clave para fomentar el interés de los alumnos por estas materias.

Entorno próximo, educativo y social

El contexto del alumno, en sus diferentes facetas, es el principal condicionante en el momento de elección de estudios STEM. El estudio ponen de manifiesto que la influencia de las madres y padres es la más relevante para tomar una decisión sobre formación, según declararon el 79% de los alumnos.

En cuanto a la influencia del contexto académico, el estudio revela que el rendimiento académico de los estudiantes de Bachillerato Científico-Tecnológico es superior al de aquellos que optaron por otros itinerarios formativos. Este hecho, sumado a la imagen de excesiva dificultad en este tipo de estudios, subraya la necesidad de poner en marcha acciones que suavicen percepción de dificultad de estas carreras y que pongan en valor a relación positiva entre coste–beneficio de desarrollarlas.

Por otra parte, el estudio constata que los alumnos demandan mayor información sobre las distintas profesiones, lo que hace preciso redefinir las colaboraciones escuela– universidad–empresa, creando nuevas sinergias que permitan una transferencia de conocimiento.

Aunque en general, los alumnos asocian los estudios y profesiones relacionadas con las ciencias, tecnologías, ingenierías o matemáticas a trabajos bien remunerados y con un considerable impacto social, el estudio refleja que hay un porcentaje de estudiantes que desconocen esta realidad, por lo que se considera necesario incidir sobre dos elementos como son el prestigio y la utilidad social.

También la imagen que perciben los alumnos sobre los profesores y materias científico- tecnológicas, es relevante, por lo que el estudio propone fortalecer por una parte, la formación y competencias en las TIC del profesorado no STEM, y en el caso del profesorado STEM, promover acciones que refuercen su base didáctica para facilitar un mayor acercamiento al alumnado.

En cuanto a las materias de informática y tecnología el estudio apunta a la necesidad de darles un carácter más transversal, así como aumentar en ellas el peso de la creación digital (programación, robótica, etc.).

El informe completo está disponible en el portal de la Amtega, http://amtega.xunta.gal/documentos/.

Promoción de materias STEM en el ámbito educativo

La reforma curricular puesta en marcha en Galicia supuso una oportunidad para la adopción de nuevas medidas para favorecer la adquisición de las competencias clave en matemáticas y en ciencias y tecnología. Así, la materia de matemáticas vio incrementado su horario en primaria y secundaria y se incorporaron al currículo nuevas materias de libre configuración autonómica, como programación, robótica e investigación y tratamiento de la información, que ya cursan más de 5.000 alumnos y alumnas. Todo esto en un sistema educativo que lleva años desarrollando una estrategia integradora de las TIC en la enseñanza mediante lo proyecto Abalar, con su extensión en el programa Edixgal.

La estrategia de promoción STEM pasa también por el fortalecimiento de los lazos entre el sistema educativo de nivel obligatorio con otros socios clave como las universidades, por ejemplo en las colaboraciones con el programa Estalmat para las vocaciones matemáticas, con entidades colaboradoras como los colegios profesionales tanto de informáticos como de otros ámbitos para favorecer la difusión y acercamiento de las profesiones, u otras instituciones colaboradoras.

La innovación en las aulas se impulsa tanto desde la formación del profesorado, con cursos con metodologías específicas para estas materias, como mediante la profundización de trabajos por proyectos y la enseñanza basada en la investigación en entornos próximos y reales. Además, a través del Plan Proyecta se da soporte a las iniciativas de los centros que se interesen en temáticas próximas a las ciencias o la programación mediante uno amplio abanico de programas.
R.